martes, 21 de agosto de 2007

ripstein

Era sórdida la luna de Marlene
pero era luna

Festejamos juntas el inicio
tuyo y mío
en la luna de Marlene
siempre te olvido


Era turbia yo y busqué tus ojos
para que me miren

Toqué el gozo de un ángel
azul y mío
en la luna de Marlene
siempre te olvido

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Desconcertante, y es un elogio. 'Marlene' me recuerda a dos entidades del universo (a tres, en verdad): Marlene Dietrich y Lili Marlene, la segunda un tema difundido por la primera. Entonces: ¿por qué estos íconos de, digamos, la liberación femenina le hacen OLVIDAR a una mujer?
Por eso es desconcertante, que es algo de lo que puede llegar a comprarme de un puema.

Hipotermia dijo...

MP,
Hola y gracias por el elogio. Me temo que si explico el por qué ya no habrá más deconcierto. Si es que se puede "explicar" un poema.
Para aliviar diré que por las razones que usted enumeró y por otras subsiste en mi memoria el lugar en donde estuve más que la persona con la que estuve. Y no quiero perderla, por lo menos del recuerdo. Por eso un día escribí esto.

Ayer lo invoqué en el blog de tommy pero usted no apareció. No va mucho ahí, no?

Beso sin tutearlo, es divertido.

Anónimo dijo...

todas las lunas tienen algo de aquella Marlene (belleza, sordidez, intriga)

si hay algo que atrae es una luna
(buen lugar para olvidar)

Hipotermia dijo...

Betina! Qué sorpresa linda!

Lo que nos gusta de la luna es que está rodeada de noche, no?
Seremos lunáticas, alunadas, luneras.

Por suerte hay muchas lunas. Sino es la de Marlene, buscaré la que me devuelva lo que no quiero olvidar.

Un beso, gracias por venir.