domingo, 2 de septiembre de 2007

todos contentos

Fue un hermoso día mientras dormía: afuera estaba soleado, la gente estaba contenta, y paseaban por las veredas de mi barrio. Muchos visitaban la iglesia y algunos dejaban su limosna a los mendigos. Ella se fue, me acosté en la cama revuelta y dormí toda la tarde mientras era un día hermoso afuera.

sábado, 25 de agosto de 2007

con todas las letras

Es de noche, es invierno, y se cortó la luz eléctrica.
En mi casa no tengo luces de emergencia ni algún otro sofisticado auxilio para estas ocasiones. Enciendo la calefacción a gas y velas (cirios erectos de llama impávida y luz inquieta).
Parada frente a la estufa, vuelta y vuelta, caliento mi cuerpo hipotérmico y agito mis pensamientos infértiles como bolillas en un bolillero. Sin solución de continuidad y también sin telos.
Entonces, espontáneamente abandono las bolillas y el bolillero; prefiero la nada de mi cuerpo. Y así voy cediendo a un autoerotismo intenso. Me hago una paja con todas la letras.
Mas bien sería una festichola semiótica, una orgía alfabética. Significante licencia.
Pero alguien al verme diría:
- Se está haciendo una paja.
Yo apruebo:
- Un paja con todas las letras.

jueves, 23 de agosto de 2007

abstinencia

De golpe
Se caen todos los balcones
Y mi piel es una ruina azteca
La sed de ayer atravesó las manos
Estoy sucia de golpe
Huelo como gangrena y boca seca
Me siento deshabitada en enero
Cerca del mar pero inmueble
En el salitre y contra el viento

martes, 21 de agosto de 2007

hidrolaqueada

Como una hiedra vencida
Borracha de estanque seco
Mi nariz contra el parquet
Vaporiza la noche
Desde esta perspectiva
Parasitaria
Arbustiva
Me regenero en llanto
Y todo está mucho mejor
Adentro

ripstein

Era sórdida la luna de Marlene
pero era luna

Festejamos juntas el inicio
tuyo y mío
en la luna de Marlene
siempre te olvido


Era turbia yo y busqué tus ojos
para que me miren

Toqué el gozo de un ángel
azul y mío
en la luna de Marlene
siempre te olvido

interior mundo

la ciudad me entra y sale despacio
la travesía me diluye y confunde las partículas
todo lo que tanto deseo mucho deseo
hundir mis dedos en el frío límite de la jaula

domingo, 19 de agosto de 2007

el ciego del tren

Me ordenó que abriera la palma de mi mano
Y frotó su grueso índice
ahí
Con fuerza

Cruzábamos la vía
Él con su bastón blanco
Y su espástica cabeza
Vulneró mi luz, mis ojos

Lo dejé en el andén mientras decía
Que él podía cambiar mi suerte
y hacerme gozar de mi buen signo

Lo dejé en el andén con mi ansiosa gracia
Yo agradeciendo
Él satisfecho